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11 DE SEPTIEMBRE DE 1964

Actuación en Gator Bowl, en Jacksonville, Florida. Después de un día de descanso en Key West, en el que se la pasaron casi todo el tiempo bebiendo, Los Beatles finalmente llegaron a Jacksonville. Una vez ahí, se las vieron negras para tratar de llegar al Gator Bowl. Después de la conferencia de prensa en su hotel, The George Washington, dos docenas de policías batallaron contra 500 fans de Los Beatles durante 15 minutos en el estacionamiento del hotel en la intersección de las calles Julia y Monroe tratando de sacar a Los Beatles del ascensor para introducirlos en su limusina. Le tomó al grupo 15 minutos recorrer 25 pasos. Eventualmente, la policía condujo de manera rasante por entre la multitud con la ayuda de motociclistas que se prestaron para transferir al grupo hasta el remolque que se encontraba en el Gator Bowl a eso de las 7:15pm. A pesar de los gritos de las muchachas, Los Beatles se negaron a salir hasta que los noticieros de la TV y los camarógrafos abandonaran el recinto. Filmar a Los Beatles tocando era una mercancía muy valiosa, por lo que los camarógrafos se negaban a salir. Derek Taylor no tuvo más remedio que salir en varias oportunidades con micrófono en mano y con las mangas de su camisa arremangadas, para darles un ultimátum. El les había dicho que últimamente se estaban proyectando en la TV y en los cines, grabaciones de los conciertos de Los Beatles sin recibir estos un solo centavo por regalías. El Capitán C.I. Raines y el Capitán I.L. Griffin finalmente fueron los que pusieron punto final a la discusión y sacaron a los camarógrafos. Los oficiales de policía físicamente sacaron a 8 camarógrafos, mientras cubrían con sus manos los lentes de sus cámaras. Derek Taylor le explicaría más tarde a un reportero del “Florida Times-Union” en el avión que el principal problema que se involucraba con los camarógrafos era el dinero, se movía mucho dinero alrededor en detrimento de Los Beatles y que era la primera vez que había tenido que dar un discurso al respecto. En Detroit, lo primero que anunciaron Los Beatles era que se negarían a salir a actuar en el recinto de Jacksonville si la audiencia de color era segregada. Ellos habían escuchado que a la gente de color de la Florida solo se les permitía sentarse en los balcones durante los conciertos. Su declaración fue leída en público. “No vamos a aparecer si a los negros no se les permite sentarse donde quieran hacerlo”. Por lo tanto, las autoridades se cuidaron de maltratar a dicho público durante el concierto. El concierto transcurrió sin problemas, a pesar del fuerte viento producto del paso del Huracán Dora, que despeinaba sus cabellos y arremetía contra sus instrumentos mientras estaban tocando. Los fans intentaron subirse al escenario después del último número, pero la policía se los impidió. Aunque 30.000 boletos se vendieron para la ocasión, solamente asistieron 23.000 personas porque la fuerza del huracán destruyó algunas vías y puentes que impidió el libre tránsito y muchos no pudieron asistir al concierto. El Presidente Johnson estaba en Jacksonville inspeccionando los daños que el huracán había ocasionado mientras Los Beatles daban su concierto. Esa noche, pocos minutos después de la media noche, su avioneta despegó rumbo a Boston desde el aeropuerto Imeson. Ningún fan descubrió su plan de vuelo, por lo que no hubo escenas de histeria cuando llegaron a su destino. El single “I Don’t Want To See You Again” por Peter & Gordon y escrito por Paul McCartney, fue lanzado en Inglaterra como Columbia DB 7356.

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