Actuación en el International Amphitheater en Chicago, Illinois. Hubo planes para una recepción cívica de bienvenida con 100.000 personas esperando, pero el director de Eventos Especiales, el Coronel Jack Reilly canceló los arreglos alegando no tener suficientes policías de sobra “para un grupito de cantantes”. Paul comentó en TV y Radio lo siguiente: “Así que nos obligaron a permanecer tras bastidores nuevamente por lo que ni los fans pudieron vernos ni nosotros a ellos”.
No obstante, Chicago estaba listo para recibir a Los Beatles. La “Andy Frain Organisation” envió 10 de sus acomodadores al concierto de Los Beatles la noche anterior en Milwaukee para explorar las tácticas de los fans del grupo, por lo que 170 acomodadores y 35 acomodadoras fueron especialmente seleccionadas para hacerse pasar por no fanáticas y así evitar que se expanda la histeria. Alrededor del auditorio se establecieron 120 policías de Chicago. Uno de ellos, el patrullero Frank Dizonne, comparó el espectáculo con los días de Frank Sinatra: “es como ver a Sinatra multiplicado por 50 0 100”.
El avión de Los Beatles extrañamente llegó una hora tarde al Midway Airport. Debido a que llegaron a las 3:40pm y a esa hora tenían apenas cerca de 5000 fans esperando por ellos. A las muchachas las mantuvieron cercadas con una cadena humana mientras que el grupo era empujado dentro de una larga limosina negra que los transportó velozmente hasta el Stock Yard Inn, que quedaba pegado al Amfiteatro en la 42 Street y Halsted. El público que se encontraba afuera estaba tan emocionado que el cuarteto musical tuvo que ser introducido al hotel a través de la cocina. El Chicago Sun-Times reportó un solo incidente cerca, de una chica de 14 años que fue atendida por cortarse un dedo. En el concierto, las fans estuvieron saltando mucho y las pancartas muy grandes fueron confiscadas porque tapaba la vista de los demás espectadores. Jelly Beans, caramelos y toda clase de dulces y objetos que las fans solían lanzarle a grupo sobre el escenario, también fueron confiscados. A pesar de esto, a Paul le golpearon en la cara con un bombillo. Después del concierto, media docena de fans fueron llevadas al Evangelical Hospital por diferentes estados de crisis: emocional y cansancio físico. Una muchacha fue golpeada en un ojo, pero abandonó la ambulancia para regresar a la audiencia. Al finalizar el concierto, Los Beatles fueron introducidos rápidamente en los vehículos que esperaban por ellos y los condujeron directamente de regreso al aeropuerto donde volaron a Detroit. Un guardia fue puesto en su habitación del hotel para evitar que las fans despedazaran el cuarto en busca de souvenirs.
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