Buscar en este blog

15 DE SEPTIEMBRE DE 1964

Actuación en el Public Hall en Cleveland, Ohio. En Cleveland, Los Beatles se hospedaron en el Sheraton-Cleveland que como era usual, estuvo inundado con fans, una chica se robó la llave de una habitación de US$ 35 la noche, un muchacho fue encontrado escondido en un cesto de basura, a otro – menor de edad – lo atraparon cuando intentó entrar al Kon Tiki Bar, alegando que tenía reservaciones para cocteles y otra se desmayó en la acera y cuando se recuperó pidió que la auxiliaran dentro de hotel. La policía les solicitó que se quedaran en el piso donde darían su conferencia de prensa en vez de ir a la suite presidencial, ya que muchas fans sabían donde estaban hospedados. Mientras tanto, en las afueras del hotel la única vez que el bloqueo policial se rompió fue cuando Los Beatles aparecieron en las ventanas a saludar. El tránsito fue restringido en una milla y por una hora en caso de que pudieran acercarse más fans, pero se acercaba la hora de ir hasta el concierto y hubo mucho retraso. Al poco tiempo de Los Beatles tomar el escenario, una gran ola de adolescentes comenzó a empujar la cerca y a romper la línea de protección que la policía tenía para el grupo. Más de 100 policías cayeron sobre la multitud pero se recuperaron prontamente para proteger la seguridad de Los Beatles. El inspector Michael Blackwell y el inspector adjunto Carl C. Bare entraron en pánico y decidieron parar el show. Bare se encargó de hacerlo, saliendo de los bastidores hacia el escenario y haciendo a un lado a cada uno de Los Beatles por los hombros, tomando los micrófonos y gritando que pararan, sin embargo, Los Beatles que estaban en medio de “All My Loving” continuaron cantando. Bare se volteó y caminó hacia John que en vez de parar le hizo una bailadita acompañada de una morisqueta. El Inspector Blackwell estalló en ira y le ordenó al grupo que se retirara del escenario. Agarró a George por un codo y lo llevó en dirección a los bastidores. George se le volteó: “¿Qué demonios te crees que estás haciendo? ¡Quítame las manos de encima!” El público empezó a gritar en señal de protesta, pero la música paró y Los Beatles salieron lentamente del escenario. La cortina de seguridad de acero se vino abajo por lo que Blackwell y Bare bajaron la vista en dirección a los abucheos de los fans. En sus camerinos, Los Beatles se quejaron al director de noticias de la emisora de radio KYW, Art Schreider John dijo: “esto nunca había sucedido antes”. En los bastidores, Brian diplomáticamente se ponía del lado de la policía. Brian: “La policía fue demasiado estricta, esto nunca había pasado antes, pero está claro para mí que desde el principio algo no andaba muy bien. El entusiasmo del público había comenzado desde muy temprano”. Después de que la audiencia se calmó, Blackwell permitió que continuara el show con 10 minutos de retraso, pero con la única condición de que la audiencia se mantuviera en calma en sus asientos y que las luces del recinto permanecieran encendidas. Derek Taylor le pidió al público que se quedara en sus asientos y las fans comenzaron a corear: “no se paren, no se paren, no se paren”. La cortina rosa se abrió nuevamente, y el grupo tomó el lugar que había dejado antes de abandonar el escenario... el show transcurrió de la mejor manera. Más tarde Balcwell dijo: ”no le echo la culpa a los chiquillos. Son muy jóvenes y no podemos esperar que se comporten como adultos. Tampoco le echo la culpa a Los Beatles – no hay nada malo con su actuación. Pero si no hubiéramos parado el espectáculo, habríamos tenido personas seriamente heridas. Una pequeña fue lanzada al suelo y unas 300 personas por poco la pisotean. Otra sí fue pisoteada pero no la hirieron de gravedad y hubo una desmayada” Al poco tiempo 500 fans atacaron la puerta principal pero no tuvieron éxito. Los Beatles tenían que salir a toda velocidad, utilizando las vías alternas para poder llegar hasta su avioneta en el Cleveland Hopkins Airport. La policía ingeniosamente se fugó en un autobús antidisturbios convertido en furgoneta policial que a muy alta velocidad salió del Public Hall mientras Los Beatles escapaban a través de la puerta trasera. El ómnibus antidisturbios estuvo todo el día ocupado corriendo entre el Sheraton-Cleveland Hotel y el Public Hall. Al principio, las fans fueron burladas ya que pensaban que Los Beatles estaban en él, pero pronto se dieron cuenta que se trataba de un señuelo. Al final lo ignoraron. Solo justo antes del show, Los Beatles viajaron en el bus como pasajeros y las fans no se dieron cuenta. El Sheraton-Cleveland Hotel rechazó vender las sábanas que Los Beatles habían utilizado, “porque era una idea en contra del buen gusto” declararía el manager del hotel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario